#2 Elige bien tus batallas
La vida son elecciones. En ocasiones toca elegir qué batallas luchas ahora y cuales no. Y no siempre valen las herramientas teóricas de priorización que nos enseñaron.
El otro día se me coló un señor en la caja del supermercado descaradamente. Yo llevaba una compra bastante más grande que la suya así que suspiré y le hice una mueca cómplice a otro señor que estaba delante.
Este último, antes de irse, se me acercó para decirme que en esta vida hay que alzar la voz, que calladita sin quejarme no iba a llegar a ningún sitio.

Ese señor no comprendió que yo había decidido no abordar esa batalla conscientemente. Mi compra era algo más grande, no tenía excesiva prisa y me había acercado al supermercado en un break entre reunión y reunión para poner la cabeza en otro sitio. No me compensaba perder mi paz mental con ninguna discusión.
Si hablamos de Producto - y concretamente en etapas iniciales -, tener la capacidad de elegir qué batallas abordar en qué momento es un proceso clave que hay que entrenar. Y no siempre valen las herramientas teóricas de priorización que conocemos.
Hoy me gustaría reflexionar sobre los grises de la priorización, la elección de batallas cuando navegas en la incertidumbre y cómo comunicarlo para no acabar batiéndose en retirada antes de empezar.
El peligroso comodín en la elección de batallas: priorización por tiempo / esfuerzo.
Una tendencia muy frecuente que suelo encontrar en las discusiones sobre qué batallas abordar en momentos críticos de los proyectos, es el foco en el tiempo y/o esfuerzo que nos llevarán las iniciativas que se consideran clave.
En mi historieta inicial, no hubiera sido gran esfuerzo decirle al descarado señor que se había colado y que tenía que pasar delante. Y puede sonar incluso tentador; si el señor hubiera ocupado su turno, habría terminado antes mi periplo por el supermercado. En cambio prioricé mi paz mental y los beneficios a medio plazo. Pues mi objetivo no era hacer la compra rápido, sino desconectar.
¿Acaso tiene sentido hablar de tiempo o esfuerzo si tienes un objetivo básico claro y es el momento de actuar?
En Producto ocurre algo similar. El contexto en el que nos encontramos y el valor que necesitamos aportar en ese momento determina las decisiones que debemos tomar, y debe ser una reflexión inicial antes de caer en la famosa pregunta de “¿Cuánto tiempo necesitamos para desarrollar esto?” o lanzar las típicas afirmaciones de “Ponemos a 3 devs a picar código y lo tenemos en una semana”.
Y claro que hay que tener en cuenta el tiempo de dedicación, no me malinterpreteis. Será la forma de abordarlo lo que se priorizará en cuanto a tiempo / esfuerzo, una vez decidido el foco.
Os pongo un ejemplo más concreto. Si estás lanzando un producto de venta de servicios digitales, una de tus prioridades clave es tener la posibilidad de cobrar de manera online. Como estás empezando y tu tiempo y equipo es limitado, seguramente utilizarás una plataforma de pago integrada (Stripe, por ejemplo) - en vez de montar tu propia pasarela de pago custom con el branding de tus sueños-. Pero tu batalla será cobrar, ese es el valor que necesitas priorizar. Y es la discusión interesante.
En resumen, aprovechando la capacidad que tenemos en Producto para hacernos las preguntas clave, os invito a que reflexionéis antes de lanzaros a comenzar con las priorizaciones por tiempo / esfuerzo y trabajéis con foco en contexto / valor.
¿Qué valor necesito impulsar de mi negocio en este momento? ¿Necesito impacto a corto o medio plazo? ¿Tengo un producto complejo que escalará y me llevará a problemas más adelante si no lo preparo ahora? ¿Cuánto tiempo y esfuerzo puedo dedicarle una vez enfocada la prioridad?
Y perdonad personas teóricas de Scrum (os veo venir 👀); si estás abordando un producto en fases iniciales no hay Product Owner ni Scrum Master ni un señor al principio en la cola del supermercado que te va a calcular con exactitud los sprints que cuesta luchar tus batallas. En cambio si que es posible analizar el contexto y el valor que necesitas aportar en el momento en el que está tu negocio. El tiempo y esfuerzo para abordarlo es una conversación posterior.
Cómo elegir las batallas en etapas iniciales o de mucha incertidumbre
Para alinear esas preguntas enfocadas a contexto / valor, me gustaría concretar con tres técnicas o consejos que van más allá de la priorización tradicional y que me han servido para alinear estrategias de Producto en etapas iniciales (o de mucha incertidumbre):
Fija tus objetivos iniciales
Puede que sientas que tu producto o negocio no está todavía preparado para abordar metodologías teóricas de fijación de objetivos como OKRs* con toda su complejidad. Pero seleccionar unos Objetivos iniciales a alto nivel te ayudarán a seleccionar las batallas cuando haya incertidumbre.
Utilizando el ejemplo del supermercado, mi objetivo principal no era hacer la compra; sino desconectar. ¿Discutir me sacaba del foco? Listo, no se hable más. Batalla despriorizada.
Priorización en base a feedback de usuarios o clientes potenciales
Este consejo puede parecer trivial, pero creedme que no todo el mundo lo tiene a la mano. Si es tu caso te lo recomiendo encarecidamente; pues no somos quienes vamos a acabar comprando o utilizando los productos - por mucho que entendamos el negocio -.
Por ejemplo, no sirve de nada priorizar una funcionalidad cosmética o incluso de aporte de valor extra de monetización si no estamos cubriendo unos mínimos de necesidad para las personas que pagarán por nuestra solución.
Si estás comenzando un proyecto desde cero no vale únicamente con priorizar iniciativas base de la competencia o añadir funcionalidades interesantes sacadas de la chistera por el mero hecho de parecer innovadoras.
Si no estás escuchando a tus posibles usuarios o clientes potenciales estás cometiendo uno de los errores más graves para encontrar tu Product Market fit*. Esto no es unicamente un tema de Product Discovery*, sino una verdadera fuente de priorización en cuanto a valor / contexto. No dejéis de hacerlo, please.
Mucho foco - los peligros de abordar situaciones más cómodas
Nos enseñaron a "no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy" pero no siempre vale. En ocasiones tendemos a coger iniciativas que consideramos pequeñas por el hecho de encontrarse en nuestra zona de confort y que no están alineadas con el foco que necesita tu contexto actual. Esto sirve tanto a personas de equipos de ejecución como a perfiles de management.
Si el foco de tu compañía es validar tus primeras ventas, quizá no es el momento de trabajar en mejorar la estandarización gráfica de todos tus documentos internos para el equipo, aunque hayas estado muchos años de tu vida comunicando con presentaciones y te sientas cómoda/o en la realización de los mismos.
Si estás definiendo un producto inicial de alta incertidumbre donde el foco está en iterar rápido, quizá no es el momento de documentar las decisiones en formato libro de Ken Follet sin todavía haber discutido con el resto de tu equipo las implicaciones; por mucho que sea más calmado que lanzarte a recibir feedback de tus diseños.

Las batallas que se aplazan
No todo lo que despriorizamos significa que quede en el olvido. Es más, muchas iniciativas de las no luchadas se tendrán que abordar.
Siguiendo con el ejemplo de la sección anterior → Claro que sí, founder, será importante tener una estructura de las presentaciones; puedes empezar con un template de Slidesgo e ir iterando.
Por supuesto, product designer, debes documentar las decisiones tomadas en la definición para que tu equipo de devs avance en los corner cases ya solucionados. Puedes empezar dejando comentarios en Figma e ir iterando con unas templates de Confluence o Notion de documentación.
Y no os olvidéis de comunicarlo y planificarlo; pues sino quedará en nuestros backlogs* para siempre.
💡 Pro tip: la importancia de detectar aquellas iniciativas que se pueden planificar directamente después de lo elegido.
Hay un tip que considero mágico y que funciona muy bien en etapas iniciales, cuando todo parece importante y urgente. Se trata de detectar las iniciativas que aportan mucho valor pero no de manera inmediata y colocarlas justo después de lo primero que vas a abordar.
Por ejemplo, si estamos trabajando en conseguir que nuestros usuarios puedan realizar el pago de un servicio que dura 30 días y contamos con una iniciativa para enviarles una encuesta de satisfacción posterior; tenemos como máximo 30 días desde el lanzamiento para abordar esto último. No lo dejes para el final, pero aprovecha estos tiempos para hacer tu propio encaje de bolillos.
Las batallas diplomáticas
Como en la mayoría de las guerras, la parte más conocida es la de la ejecución; las batallas que se luchan. Pero en muchas ocasiones no es el equipo ejecutor el que decide que batallas se abordan, ni el responsable de ganarlas. Son los debates de alto nivel donde se toman ciertas decisiones, se prioriza o se finalizan ciertas acciones.
Por esa razón, no olvides cuidar la comunicación de todas las personas involucradas en sacar adelante las batallas en tu Producto. Seas un equipo pequeño con el que interactuas a diario o una estructura amplia de varios squads, comunicar correctamente a tus stakeholders* - o entender todos estos grises de la priorización si eres uno de ellos - es clave para hacer lo que comentaba al principio del post. Elegir qué batallas vas a luchar hoy.
📰 Referencias
Modelos Mentales
Samuel Gil y Joan Tribau abordan en su último podcast conjunto (segunda vez que los referencio, ojo) la dualidad entre la carrera profesional y los videojuegos; en ambos casos hay que saber donde apostar las cartas, en qué momento y por qué camino; si pretendes abordarlo todo no vas a conseguir librar las batallas contra los monstruos finales.
The Century: Ken Follet
Temas de producto aparte, Ken Follett y su trilogía The Century tienen la culpa de la mayoría de referencias bélicas de esta newsletter. Si eres como yo y te dejas el sueldo en la tienda de Kindle, aquí tienes el link.
🤯 Los palabros
Lo que empezó con un señor colándose en el supermercado ha terminado con una newsletter con algo de tecnicismo bélico y mucha palabrería de Product Management. Dejo por aquí algo de información para quien quiera entrar en materia. (Esto también va por ti, mamá)
Product Market Fit: sin esto el negocio te irá regular.
Product Discovery, o la magia de entender al usuario y evolucionar el producto en base a sus necesidades.
El backlog del producto: la lista de tareas pendientes definitiva.
Metodología OKR y como ejecutarla.
Stakeholders, si no sabes lo que es puede que lo seas.
🔥 Extra: Vente a crear desde cero
Si has llegado hasta aquí, te interesa el contenido de esta newsletter y además eres Product Designer Senior, lánzame un DM por Linkedin. Te estamos buscando en The Lab Ventures, sin duda la batalla más apasionante en la que me he visto involucrada a nivel profesional.
¡Qué buena Maddie! Uno de los retos más complicados es Justo saber, de lo que tiene aparente urgencia, qué es lo que al final tendrá más valor.
¡Gracias por el post!